Esta vez le tocó a Keiko Fujimori, quien no la pasó nada bien en su gira proselitista por las provincias cajamarquinas de Chota y Cutervo.
El equipo de campaña de la hija del ex dictador lo tenía todo planificado para que el acto político se desarrolle sin alteraciones; sin embargo, no previeron que diversos sectores de la población -contrarios a su postulación- le aguarían la fiesta a la lideresa fujimorista, a quien le gritaron desde corrupta hasta asesina, y le hicieron recordar el desastroso gobierno de su padre.
Los dirigentes del partido naranja no escatimaron esfuerzo económico alguno para complacer a la Fujimori, tal es así que a cada mototaxista que acompañó en su desplazamiento, desde el distrito de Lajas hasta la Plaza de Armas de Chota, le pagaron 40 soles. Lo mismo habrían hecho con los propietarios de los vehículos que se unieron a la movilización.
Pese a todo este despliegue logístico, y cuando Keiko hacía su ingreso a la plaza central de Chota, grupos de jóvenes y de personas de mayor edad la pifiaron, le gritaron corrupta y le lanzaron huevos. Felizmente no le cayó ninguno, porque fue bien protegida por su personal de seguridad y por los más de cien agentes policiales que fueron desplazados para custodiarla.
Trascendió que el pago a los mototaxistas lo habría asumido el alcalde de Chota, Neptalí Ticlla Rafael, en agradecimiento porque su hermano Carlos Ticlla postula al Congreso representando a Cajamarca.
El clima de tensión obligó a la candidata de Fuerza Popular a improvisar un mitin que solo duró unos 20 minutos. Tras el incidente, Keiko abandonaría Chota en medio de un fuerte resguardo policial.
ANTECEDENTE:
Alan también la pasó mal cuando visitó Chota en diciembre de 2015
Tomado de: La República